domingo, 20 de diciembre de 2009

Ni duende ni demonio...


Caminando por el bosque, me encontré con un extraño ser. No era duende, no era demonio, pero tenía algo de estos dos seres. Nunca supe como nombrar a ese híbrido, así que ateniéndome a mi enfermedad congénita llamada "literalidad", seguí mi camino, no sin antes tomarle una foto para la posteridad.

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