domingo, 30 de agosto de 2009
Danzas en Taquile...
Al llegar a la Plaza Mayor de Taquile me encontré con dos grupos de danzantes, ambos grupos danzaban en círculo. Pregunté a varias personas, un chico me dijo que danzar en círculo significa que es una danza de adoración al sol. Otro chico me dijo que es una danza en honor a la tierra, que al ser época de siembra, en muchos pueblos de la zona se realizan estas danzas. Uno de los grupos giraba en torno a un mástil rematado en un pájaro y unas frutas. Hay un dicho de la zona que dice que no se puede maldecir a un pájaro o a una rata porque te robe algún fruto de tu sembrado, porque si se maldice, regresará a robar más y, si no se le increpa, el animal quedará satisfecho con su pequeño hurto y ya no regresará a robar. El pájaro, animal benéfico y dañino para la cosecha, se convierte en elemento central de la danza ritual.
sábado, 29 de agosto de 2009
domingo, 23 de agosto de 2009
sábado, 22 de agosto de 2009
Mañana de mercado en Pisac...
miércoles, 19 de agosto de 2009
martes, 18 de agosto de 2009
lunes, 17 de agosto de 2009
domingo, 16 de agosto de 2009
Cusco
A un lado un muro incaico, al fondo, la cúpula de una iglesia...
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Sobre el qoricancha, templo central de la religión inca, los españoles construyeron un monasterio dominico. Aún se pueden ver los muros del qoricancha...
La plaza de armas
Cusco fue la capital del imperio inca y como en todo lugar invadido por otra civilización, bajo los muros de las nuevas construcciones se pueden observar los muros de la antigua. Cusco tiene un color rojizo, parece como si las casas emergieran de las montañas de forma natural y se expandieran por todo el valle.
lunes, 3 de agosto de 2009
"La pasadita"
Mientras regreso de Perú y de sus vertiginosos Andes, les dejo con algunas imágenes del hoy y del ayer...
El sábado viví el momento más emocionante desde mi llegada al D.F.- allá por el 2007-, fue la develación de placa. Me explico: antes de viajar a España, acabamos en la cantina "La Pasadita" en Garibaldi, allí prometí solemnemente, ante mis tres testigos:Mariel, Liza y Blanca, traer de Madrid un azulejo sobre la borrachera para regalárselo como hermanamiento supremo ebrio-nocturno a esta cantina. A mi regreso, en la cantinada de bienvenida, ofrecí el azulejo a la doña del lugar. EL sábado regresé y lo vi colgado. Ahora de las paredes de esta cantina no sólo cuelga un cuadro de la Torre Eiffel, sino mi azulejo, que se ve borroso, exactamente igual a cómo mis amigas y yo lo veíamos el sábado...
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