jueves, 30 de julio de 2009

Ironías de la historia...



Una de las imágenes casi cotidianas en el Distrito Federal y en otras ciudades y pueblos de México es la de los danzantes. Con una ideología de recuperación del pasado prehispánico, se atavían con ropas que intentan imitar la de los aztecas y danzan al ritmo de tambores y sonajas una danza muy enérgica que atrae a nativos y turistas y "les mete el ritmo en el cuerpo", como al señor de la foto. El otro día me los encontré en la Plaza de Tlatelolco o "de las tres culturas", llamada así por la reunión en un mismo espacio de las ruinas prehispánicas, la iglesia católica y la Secretaría de Relaciones Exteriores que, por ironías de la historia, fue inaugurada por el presidente Díaz Ordaz, y ahora alberga un museo memorial de los crímenes del 68 que él mismo orquestó . En la entrada el busto de Ordaz presidiendo la memoria que lo acusa como criminal... Y ¡cómo no!, permaneció impune hasta su muerte... y más allá...

miércoles, 29 de julio de 2009

Siempre nos quedarán las islas...¿siempre...?




"Si no puedes con tu enemigo, córrelo con extrema sutileza...". Lo de "sutileza" es un decir... El nuevo plan para evitar que los ambulantes ocupen el corredor de Filosofía y Letras y que los estudiantes, mariguanos y no mariguanos, alcohólicos y no alcohólicos, ocupen el pasto de delante de la Biblioteca Central ha consistido en poner bloques de cemento con plantas y cambiar el pasto por roca volcánica bien afiladita... Jijiiji un espacio perfecto para organizar antiguos rituales satánicos... Este año la universidad va a ser toda una celebración...

domingo, 26 de julio de 2009


En el centro histórico de la Ciudad de México, en la encantadora plaza de Santo Domingo, tras las puertas de la iglesia, se esconde este cartel para animar a los jóvenes a ingresar en la orden regular... Yo, si fuese un hombre, no me lo pensaría...

Retorno al D.F.

"No tienes que darme cuentas
que no te las he pedío,
quien va por el mundo a tientas
tiene los rumbos perdíos"

Miguel Poveda. Los abrazos rotos.

Había mil ciudades
en cada ventana.
En cada edificio
había mil ventanas.
Mil ventanas
con mil ciudades
en cada viejo edificio.

La ciudad no parecía un mundo
era un mundo a cada paso
y el escuchar una cerradura
que se abría
una promesa
de aventura.

Las noches están solas.
Irremediablemente.
Duermen su insomnio
en las esquinas
como botellas vacías.
Descorchadas.
Por el ímpetu incierto
de la vida.

Duermen trizadas
como mil personalidades
lanzadas al pavimento.
Cristales que hieren
si se pisan.
Hermosos collages
de luces que se reflejan
y miradas inciertas.
Huidizas
entre ellas.
Entre ellas y ellas mismas
entre ellas y la ciudad
que las pervierte
que las subvierte
que las revierte
con la travesura
de lo extraño
de lo azaroso
conectado con lo inmenso
e inaprensible.

Audaz y única
insomne.
Solitaria y pensativa
insomne.
Nostálgica y silenciosa
insomne.
La ciudad de mil ventanas
en mil reflejos más
subdividida
ampliada en mil miradas
que trizan la vida
a su paso y su carrera.
Se detiene
y nunca reclama.
Y en eco, evanescente
como aire de esta época,
susurra al oído del amante:

"No tienes que darme cuentas
que no te las he pedío,
quien va por el mundo a tientas,
tiene los rumbos perdíos"

domingo, 19 de julio de 2009

Los mayos...




Una de las tradiciones que hasta hace unos años se conservó en mi pueblo, El Provencio, fue la de los mayos. Durante este mes, los mozos salían a escribir versos y coplas bonitas a las mozas en las paredes de las cercas. Con el tiempo, las mujeres también se armaron con su brocha y su pintura y comenzaron a escribir sus coplas. Poco a poco, las coplas degeneraron en simples frases divertidas, ocurrencias y, a veces, en puros insultos.

Todavía se pueden leer en las paredes algunas de las pintadas de los últimos años, con ese aire jocoso y socarrón que es la sal de la vida.

Un pueblo cualquiera en mitad de la Mancha...





¿Qué podemos encontrar en un pueblo cualquiera en mitad de la Mancha...? Calles llanas, la iglesia, el cuartel de la Guardia Civil, el sopor en verano, el frío seco en invierno, la gente viendo pasar la vida y unos amaneceres y atardeceres tan luminosos que todos los paisajes se impregnan de una hermosa intensidad. ¡Qué contraste con los amaneceres y atardeceres tamizados del valle de México!

martes, 7 de julio de 2009

Albacete...





Albacete es la capital de una de las provincias de la región de Castilla la Mancha. Albacete es una ciudad bastante coherente: la mayoría de sus bloques cumplen el dictado estético de la construcción de ladrillo, los grandes hechos del año suelen corresponder con la inauguración de algún centro o algún pasaje comercial, la zona de mayor vidilla se encuentra en la llamada "zona", donde los bares y discotecas no se diferencian mucho unos de otros... Albacete es una ciudad moderna que podría ser perfectamente una "ciudad genérica" de nuestra época. La vida es cómoda, es sencillo desplazarse, hay de todo y cada vez es más la gente que llega de los pueblos cercanos a vivir a la "capi". A Albacete, como a muchas ciudades de nuestra época, también han llegado muchos inmigrantes, gente de Rumanía, Senegal, Mali... Hace unos años el ambiente estaba más enrarecido, como en todo, el tiempo convierte a lo extraño en usual, lo cual no deja de ser una alegría...
Al atardecer y al amanecer el cielo es tan hermoso que hasta la ciudad, que no es fea ni bonita, digamos simplemente que es, se convierte en un lugar encantador...

domingo, 5 de julio de 2009

Por tierras de la Mancha...



En verano los colores de la Mancha son espléndidos: el amarillo de la mies, los tonos marrones rojizos de la tierra y el verde de las viñas en pleno proceso de madurez. Como dice la canción popular:

"Bendito sea Noé,
el que las viñas creó,
que de un seco sarmiento,
sacó tan rico licor..."

jueves, 2 de julio de 2009

La noche de Madrid...


Algo que extraño de Madrid es la vida nocturna, que cuando hace calor, la calle sea un hervidero de gente que pasea, que se sienta a observar, a hablar, a besarse mientras la madrugada transcurre aparentemente tranquila...
Mientras siga viviendo en Ciudad de México, me sigue quedando un rincón esperanzador: Garibaldi...

Hasta lueguito...

El día de mi vuelo, el cielo de la Ciudad de México estaba precioso. Y es que la naturaleza de este país es espléndida, incluso en ese nido de insectos varipintos que habitamos y devastamos tan populosa ciudad...