



Coyoacán es uno de los numerosos pueblos que con el paso del tiempo engullió el Distrito Federal. Este barrio que debe su nombre a los coyotes que lo poblaban antes de que llegaran otros coyotes humanos a habitarlo, está llenos de casas coloniales, hermosos chalets de colores, muchos cafés y restaurantes. Siempre ha sido uno de los lugares favoritos de la bohemia más o menos decadente y más o menos "guay". En el mero centro, todos los días, los artesanos exponen sus artesanías y llenan de colores y olores las plazas centrales. Es un lugar agradable, donde la gente va a "ganar la tarde", ver pasar la vida, conversar sobre cualquier cosa, comer helados, churros rellenos, esquites, ricos buñuelos, beber café en el Jarocho...
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