viernes, 28 de mayo de 2010

Real de San Carlos, Colonia.





Caminando varios kilómetros por la orilla del Río de la Plata se llega al Real de San Carlos. Resulta sorprendente encontrarse con una plaza de toros y un frontón de pelota vasca en ruinas en mitad del campo. A principios del siglo XX, un tal Nicolás Mihainovich, empresario argentino de navieros de origen austro-húngaro, quiso construir una zona de ocio con plaza de toros, frontón, hotel-casino y central-eléctrica. El frontón y la plaza son la encarnación en piedra del tópico de "la rueda de la fortuna", y es que el paso del tiempo y sus vaivenes no perdonan...

ALEGATO

Si este proyecto, mezcla de vanidad y riqueza, acabó en la ruina, aún me queda la esperanza de que el día menos pensado se derrumbe el museo del mariachi de la plaza de Garibaldi de la ciudad de México, el 80% de los edificios costeros del Levante español, la fuente de la plaza del ayuntamiento de mi pueblo, los chalets de los ex-alcaldes de Marbella y otros muchos atentados contra el "buen gusto" esparcidos aquí y allá a lo largo de la geografía mundial. Amén.



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