


Según se va aproximando La Navidad, comienza el ciclo de peregrinaciones, y por supuesto, de despedidas. La primera en regresar a casa (con boleto de ida y vuelta) ha sido Bea. En su maleta lleva un vestido de vals de quince años, única prenda "a la altura" que ha encontrado para la boda de un amigo..
2 comentarios:
mmmm qué rico se ve! me hubiera gustado poder quedarme, pero ya viste qué cansada estaba y cuántos deberes tenía por delante, espero para la próxima reunión no tener tantos obstáculos.
jeje, qué raro que haya pasta para cenar... La alternativa mediterránea a los tacos y a la grasa sigue siendo el toque italiano de Fabio. Para cúando una comida bien castiza, Sofi?
Publicar un comentario