Mientras regreso de Perú y de sus vertiginosos Andes, les dejo con algunas imágenes del hoy y del ayer...
El sábado viví el momento más emocionante desde mi llegada al D.F.- allá por el 2007-, fue la develación de placa. Me explico: antes de viajar a España, acabamos en la cantina "La Pasadita" en Garibaldi, allí prometí solemnemente, ante mis tres testigos:Mariel, Liza y Blanca, traer de Madrid un azulejo sobre la borrachera para regalárselo como hermanamiento supremo ebrio-nocturno a esta cantina. A mi regreso, en la cantinada de bienvenida, ofrecí el azulejo a la doña del lugar. EL sábado regresé y lo vi colgado. Ahora de las paredes de esta cantina no sólo cuelga un cuadro de la Torre Eiffel, sino mi azulejo, que se ve borroso, exactamente igual a cómo mis amigas y yo lo veíamos el sábado...
3 comentarios:
Grande azulejo, grandes recuerdos en la mejor cantina del DF sin duda. Sólo tengo una cuestión: ¿Puede saberse porqué coño pones esa cara de loca? En fin, no se diga más, el 4 de septiembre anuncio mi desembarco en el lugar de peregrinaje de todo alcóholico defeño ilustrado.
Aaaa, lo del boleto lo encontré con Lufthansa, que de vez en cuando hacen ofertas así, ahora estaba en 396 lerdos i/v!!!! Por cierto, con Moi ya dijimos que cuando nos den la superbeca que le dieron a Bea abriremos una tienda de importación de licores hispánicos y catalanes. Es que el verano y el calor le atrofian a uno las neuronas... Besitos
¡Qué grande eres Sofi!
genial, genial, genial
Donde esta ubicada?
Publicar un comentario